
"Ser la hija del Presidente no me ha abierto ni cerrado ningún camino",dice. Entrevista con Yamid.
María Antonia Santos tiene apenas 21 años, pero su lenguaje y sus argumentos parecen más de una mujer experta en ciencia, que de una tímida estudiante de neurociencias, alumna de Brown University, en Rhode Island, una de las más prestigiosas universidades de Estados Unidos.
María Antonia es hija del presidente Juan Manuel Santos y desde hace tres años estudia de día y de noche, absolutamente comprometida con su formación, y obtendrá su grado en junio próximo.
Sus estudios no son accidentales. Confiesa que, desde sus primeros años, le atraía mucho más ver intervenciones de cirugía en Health Channel o en Discovery Health que novelas, series policíacas o dibujos animados.
Para la elaboración final de esta entrevista, su autor consultó al científicoEmilio Yunis, pionero en el estudio de la genética humana en Colombia, para ajustar términos -no conceptos- al rigor de la ciencia.
María Antonia revela que ser hija del Presidente no ha cambiado su vida. "Sigo siendo la estudiante de siempre. Que mi padre sea el Presidente, no me abre ni me cierra puertas", comenta.
A pesar de su juventud tiene ya una concepción biológica de la vida y del ser humano, que -al parecer- la apartan radicalmente de las ideas de su padre. Cree en la evolución, defiende con vehemencia que el ser humano desciende del mono y cita a Darwin, para afirmar que todo ser sí varía, por débilmente que sea, "de algún modo provechoso para el, bajo las complejas condiciones de la vida".
"Crecí queriendo estudiar medicina y, cuando llego la hora de tomar una decisión, descubrí esta carrera de neurociencias. Comencé y me encantó. Es el conocimiento del más importante de los órganos del ser humano: el cerebro".
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